1637 · La vida de Mary Ward ha sufrido muchos contratiempos y las dificultades que encontró en Europa hicieron que su obra, la fundación del Instituto de la Bienaventurada Virgen María, no se llevara a cabo. 

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Ahora, su salud es muy delicada y sus últimos años están cerca. 

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¿Qué va a suceder con todo el trabajo que tanto ella como sus compañeras hicieron para sacar adelante el proyecto que Dios puso en sus manos? 

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El regreso a su Inglaterra natal, las guerras y los conflictos que tuvo que encontrarse a su vuelta y su muerte hacían peligrar toda una vida. 

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Solo alguna de sus compañeras estaban con ella en el lecho de su muerte. ¿Cómo iban a hacer unas pocas mujeres para mantener un proyecto tan grande y de tanta importancia? 

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El legado de una mujer infinita que consiguió superar lo que nadie pensaba en su momento. La historia de sus compañeras que mantuvieron a flote el Instituto en la clandestinidad, la sombra y los peligros de los siglos. 

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Ahora bien, esto no fue posible sin el trabajo en grupo de las compañeras que creyeron y confiaron en que Dios todo lo podía. Es el turno para que su historia, su visión y su legado sigan vivos. Mantener su mensaje y materializarlo día a día. 

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Y es que, ya se sabe, no puedes salvar al mundo tú solo.